La verdadera cara de la moneda, así se titula el trabajo publicado en la columna Desde mi trinchera del periodista dominicano Félix Jacinto Bretón, salido en la edición del 22 de diciembre de 2012 del periódico La Demajagua, de la provincia cubana de Granma.
Se refiere en él a las interrogantes que se hacía sobre Cuba su colega, Sagrario Gómez, antes de emprender con su pequeño hijo un viaje de visita a La Habana, pues lo que se oye, se dice y se escribe sobre la isla caribeña en diversas partes del mundo son horrores.
Como si no bastaran los médicos, maestros, especialistas del deporte, que por miles y durante muchos años vienen brindando su colaboración a numerosos países del mundo, el imperio yanqui sigue pintando a Cuba como el peor lugar del orbe donde entre otras cosas se ejerce una dictadura y violan los derechos humanos.
Qué bien que Sagrario, como todos los que han visitado el Verde Caimán antillano, haya comprobado todo lo contrario: aquí vio a un pueblo libre, laborioso y solidario, que ama la paz y que edifica una sociedad Con todos y para el bien de todos como la quería el Apóstol José Martí.
Carencias hay en la Patria de Fidel y de Raúl, como en cualquier país subdesarrollado y más en este que sufre un criminal bloqueo económico, comercial y financiero desde hace más de 50 años impuesto por los Estados Unidos de Norteamérica, pero aquí sobra coraje, ímpetu de avanzar y la firme convicción de que un mundo mejor es posible.
Quizás por esa verdadera cara de la moneda los sucesivos gobiernos de la potencia imperial les niegan a sus ciudadanos viajar a la Mayor de las Antillas, para que sigan creyendo en las falacias con que les atiborran los sentidos y no se “contaminen” con la realidad cubana.
Hace pocos días, el 21 de diciembre, se cumplieron 35 años del primer viaje a Cuba de la Brigada Antonio Maceo, agrupación integrada por emigrados cubanos en Estados Unidos y que allí despliegan una dura batalla para fortalecer los vínculos de la emigración con su isla, mantener los contactos pueblo a pueblo y la denuncia a la política norteamericana de agresión permanente contra la nación cubana y su emigración.
Como se ve son muchos los que nos quieren bien, pero el imperio sigue ahí con su odio visceral, atacando a la Cuba revolucionaria que no ha hecho otra cosa desde el primero de enero de 1959, que ser libre y soberana, ayudar a los pueblos necesitados, y construir un país con igualdad de derechos para todos sus ciudadanos.
Ya se acerca un nuevo año en el que seguiremos trabajando por el desarrollo y por la paz y felicidad para todos los cubanos a la vez que deseamos eso mismo para todas los humanos en el mundo.